El régimen fiscal turco se puede clasificar en tres categorías principales:

  • Impuesto sobre la Renta Incluye el Impuesto de Sociedades (el impuesto base sobre beneficios empresariales es del 20%), el Impuesto de Renta Personal (que varía entre el 15% y el 35% dependiendo del nivel de ingresos) y las cuotas a la Seguridad Social.
  • Impuesto sobre los Gastos Incluye el IVA -cuya tasa varía entre el 1%, 8% y el 18%- impuestos especiales al consumo de productos y/o servicios de lujo, tabaco, automóviles y productos derivados del petróleo -con una tasa distinta para cada uno de ellos- e Impuesto sobre el timbre.
  • Impuesto sobre el Patrimonio Incluye impuestos sobre herencias, impuestos sobre la propiedad e impuestos sobre vehículos a motor. El tipo de impuesto en todos los casos es progresivo y la tasa cambia en función de diversos criterios.

Existen exenciones fiscales y subsidios especiales para actividades concretas (exportación de mercancías, investigación y desarrollo, transporte internacional, etc) o para proyectos específicos que el Gobierno fija como de interés especial. En estos casos pueden no aplicar alguno de los impuestos o tasas.